soñé… | microrelatos

 

Un dios azul cielo
y un Papa de blanco.
Quitan el polvo de un palco sagrado.
Un manto esperanza y un hijo maduro.
Ya preparado.

Sobre el aliento lejano,
vuela en el campo.
Con pasos alados.
Pasos ya vistos.
Alabados.

La zurda inmortalizada.
Por el nombre del padre.
Milagro del hijo.
Tan inverosímil,
como heredado.

El dios de celeste,
llora en venganza, un silbido en Italia.
El Papa bendice dos piernas cortadas,
A lo pies de un Cristo,
resucitadas.

Eternos índices al cielo.
Apuntan al sur.
Nos guiñan en clave.
Al gran pueblo argentino,
salud.

 

un día… | microrrelatos

Un día el tiempo simplemente se detuvo.

Los habitantes de este mecánico mundo estaban perdidos, desorientados,
como pichones huérfanos en sus propios nidos.

Sus tan venerados relojes, carecían ahora de sentido.

Los corazones dejaron de latir y el aire que inundaba sus pulmones se escapaba en mil suspiros.

Todos sus estímulos, aún sus necesidades más básicas y orgánicas,
habían desaparecido.

Sin embargo todos se sentían vivos.
Aún más vivos que de costumbre.

Y en ese momento, mirándose a los ojos, entendieron la cruel revelación, protagonista en sus escritos.

El tiempo es sólo un mito.