sólo un segundo… | microrrelatos

-¿Por qué sonríes? -le preguntó el niño al anciano que estaba sentado en el banco de la plaza.

-Sonrío porque es el mejor segundo. -contestó el anciano.

-¿El mejor segundo?

-Sí. El mejor segundo del mejor minuto.

-¿Qué minuto? –preguntó el niño confundido.

-El mejor minuto, de la mejor hora. -le dijo el anciano con tono educativo.

-No entiendo. –replicó el niño-. ¿Qué hora?

-La mejor hora, del mejor día, del mejor mes. -continuó el anciano.

-Ah… -dijo el niño pensando que el anciano estaba loco.

-¿Es que no lo comprendes? -continuó el anciano-. Es el mejor mes, del mejor año.

-No. No lo entiendo. -repuso el niño-. ¿Qué año? ¿Éste año?

-Claro –siguió el anciano- el mejor año, de la mejor década.

-Aún así no entiendo por qué sonríes. -lo increpó el niño.

-Lo dicho. Sonrío porque es el mejor segundo, del mejor minuto, de la mejor hora, del mejor día, del mejor mes, del mejor año, de la mejor década, de mi única vida.

cita a ciegas… | microrrelatos

 

La primera vez que la vio lo cautivó.
Tenía una luz única, especial.
Una luz que apenas unos pocos sabrían disfrutar.

La segunda vez que la vio el encanto fue aún mayor.
Estaba obnubilado por sus comentarios, sus historias, sus relatos.
La magia flotaba en la luz tenue de la noche y él se dejaba llevar.
Entregándose, en paz, a su encanto y serenidad.

La tercera vez que la vio creyó escuchar unos violines que le llegaron al corazón.

La cuarta vez que la vio, la miró con esos ojos con los que se mira cara a cara al verdadero amor.
La admiraba en silencio,
descubriéndola con sincera admiración.

A la séptima vez que la vio, hubo algo que no le gustó.
Encontró pequeñas diferencias que se hicieron gigantes la octava vez que la vio.

La novena vez que la vio, ya no la entendió.
Sentía que no estaban hechos el uno para el otro y juró no verla más.
Aún así, le dio otra oportunidad.

A la décima vez ya se hartó.

Era, sencillamente,
una película de mierda.

 

 

Cuento publicado en antología de microrrelatos de cine. (2011)

Cuento publicado en antología de microrrelatos de cine. (2011)

gritos en la noche… | microrrelatos

Los desesperados gritos lo sobresaltaron.
Cómo todas las noches, se encontró presa del pánico,
conteniendo feroces latidos que buscaban escapar de su pecho.

Esos gritos, tan terroríficos, tan poderosos, tan cotidianos.

Por suerte duraron poco.
Sólo unos escasos segundos hasta la paz del silencio total.

Perdidos en la oscuridad de la noche, los malditos gritos desaparecieron,
mientras las piernas temblorosas se relajaban en las tinieblas.

No había vuelta atrás. Otra noche de prohibidos recuerdos.

Sin dudarlo, tapó el extinto cuerpo con la sábana de seda
y salió por la misma ventana por la que había entrado
a esa desconocida habitación.

flores eternas… | microrrelatos

Alicia encontró, en el jardín de la vida, una flor. Una flor eterna,
única y de leyenda.
Una flor que siempre había buscado.

La sabía encantada, con un gran poder,
capaz de liberar hasta la más atormentada de las almas.
Y cuando fascinada la tomó en sus manos, la mágica flor se marchitó,
matando a la pequeña niña con su suave veneno.

Hoy, una Alicia sin vida, duerme para siempre bajo la espesa hierba de un bosque sin sol,
mientras sobre sus restos crece, con la fuerza de un hechizo, una flor.
Una mágica flor,
capaz de liberar hasta la más atormentada de las almas.